viernes, 13 de julio de 2007

cultura


El arte pictórico se transforma en una “estrategia terapéutica”

Niños y jóvenes con limitaciones reciben clases de un artistaJorge Carlos Peniche García ha vivido confinado a una silla de ruedas.La atrofia muscular generada por la deficiencia mental que sufre le impide moverse, pero su espíritu de lucha es superior a todas sus limitaciones.Utilizando la única parte de su cuerpo que puede mover, la cabeza, adapta un pincel a una gorra y con él plasma de colorido su percepción del mundo que le rodea.Los trazos fluyen con agilidad; apenas necesita ayuda para que alguien le acerque los frascos de vinílica de colores para escoger la tonalidad que dará a su siguiente trazo; Jorge es uno de los 50 participantes en el taller de pintura “Bajo la luz de mi alma”, que desde el pasado lunes y hasta hoy viernes se imparte en el local del del Patronato Peninsular pro Niño con Deficiencia Mental, ubicado en Periférico Oriente con la salida a Cancún.El taller lo dirige el artista plástico yucateco Jorge Sobrino Sierra, quien de manera voluntaria aceptó el reto de trabajar con personas con deficiencia mental para que, por medio de la pintura, logren expresarse y con ello trabajar en una terapia estimulante, según nos comenta en una charla.—

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